miércoles, 26 de agosto de 2009

Mariana

Este es otro ejercicio de improvisación que hago con la ayuda de ustedes amigos lectores. Esta vez las indicaciones fueron:
-Nombre: Mariana
-Situación: Caminar por la playa distraído, dejar de saludar a alguien y tropezar.
-Lugar: La playa
-Tiempo: Presente


...y esto fue lo que resultó:


Es una tarde espectacular, la playa está llena de gente como de costumbre, el mar golpea los rompeolas con dureza y pareciera odiarlos, las gaviotas vuelan adornando el hermoso atardecer, la brisa agita mi ropa y refresca mi cuerpo.

El celular suena dos veces y respondo sin saber quién llama, la voz de Mariana se escucha angelicalmente. Desde hace 15 años no sabía de ella y tiemblo al escucharla. Las personas pasan y me saludan pero estoy atónito, no respondo a nadie. Después de 15 largos años vuelvo a escucharla y su voz me saca de este planeta. Sigo caminando y no me importa nada, una botella en la arena hace que tropiece y caiga.

Arrodillado en la arena, con el celular aún en el oído, siento una mano que me ayuda a levantar y una voz que, a la misma vez, en frente de mí y por el celular me dice:

- Papá, he vuelto a Cartagena para verte.


3 comentarios:

JuanSe... dijo...

Ah bueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee....


que espectacularidad... demasiado bonito, demasiado sincero, demasiado tierno, demasiado sorpresivo, demasiado extraño... ¿cómo habrá sido la sensación del man?... no me la quiero ni imaginar...

un abrazo

Anónimo dijo...

excelente... nunca me imaginé ese final, pensé que era una novia del pasado, o algo así...

excelente!!

Tatiana dijo...

ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!...que GENIALIDAD de escrito...EXCELENTE, con ese inicio me hiciste imaginar otra historia, pero ohh!! sorpresa,jejej...me gustó muchisimoooooo!!!!!!!