Narciso

“No es falta de amor lo que me hace tomar esta decisión no es lo que siento por ti no es lo que tú sientes, es que, en realidad, hay alguien más.

Perdóname por ser tan directa, por empezar con dureza estas líneas, pero sabes que siempre me ha caracterizado la franqueza y la sinceridad, tu franqueza y tu sinceridad. Por ello mismo, quiero también expresarte lo mucho que agradezco por todo lo lindo que recibí de ti, por todo lo que aprendí a tu lado, por todo lo que permitiste que te diera, por lo que te diste tú mismo conmigo.

Fuiste mi primer amor, eso lo sabes, contigo conocí lo que es amar, conmigo lo conociste tú también, me diste los mejores días de mi existencia, tú creaste mi realidad, creaste mi mundo. Pero tu existencia y la mía son diferentes, tú eres real, tu amor es real, mi amor es tu propio amor, mi vida es simplemente tu propia creación.

¿Sabes algo? No creí ser capaz de alcanzar esta independencia, no pensé que podría desatarme de tu verdadera realidad, pensé que siempre sería parte de tu vida, pero no, ahora es diferente, yo necesito a alguien que sea igual a mí, que sea de mi misma creación y existencia, que sólo exista para mí, como lo hice yo pará ti. Necesito a alguien como Juan Manuel, mi nuevo novio imaginario”.

Con estas palabras se despidió Camila de mí. Camila fue mi novia imaginaria durante 15 largos años. Ella fue mi propio amor, ella me enseñó a quererme, a amarme y, ahora, puedo amar realmente a Cristina, mi compañera de la universidad, mi compañera de la vida real, mi novia real, mi mujer real.